Review by New York Times Review
Tana French's mysteries are like big old trees: the deeper their roots, the more luxurious the foliage they wave in your face. Like her two previous mysteries, both set in Dublin, FAITHFUL PLACE (Viking, $25.95) is sunk in local history, drawing on a tangle of family ties and generational feuds for its thick plot about the impact on a poor-but-proud community when a 22-year-old murder comes to light. Although the story revolves around its sympathetic narrator, a tough-minded police officer who wised up years ago and made a clean break from the old neighborhood, the street he grew up on is the novel's main character and the source of its raging vitality. "You won't find Faithful Place unless you know where to look," Detective Frank Mackey says of this narrow cul-de-sac of red-brick houses, cramped home to factory workers, bricklayers, bakers "and the odd lucky bastard who worked in Guinness's and got health care." Frank knows where to look, but he'd rather not. He hasn't been home since the night Rosie Daly stood him up when they were set to elope and he took off on his own. When the suitcase Rosie was carrying when she presumably made her independent escape turns up in an abandoned building, Frank is forced to make peace with his alcoholic father, his belligerent mother and his "mental" brothers and sisters ("mental" being "a family tradition"). Frank's hasty visit is extended when Rosie's body is discovered, and extended again when a member of the Mackey family dies violently, prompting a drunken wake with enough drama, pathos, comedy, song and spectacle to fuel a three-act play. For all the bizarre antics of the brawling Mackey clan, "Faithful Place" isn't as eccentric as French's previous novels. Here her characters are grounded in the insular ethos of a narrow-minded world where they live hard and do their rowdy best to kick up a fuss before they die. Those who couldn't get away settle for small comforts, like Frank's browbeaten but resilient sisters, or simmer in their own rage, like the angry Mackey men. Or else they flame out in tragic style, like poor Rosie. But even those like Frank, who have managed to leave, never really manage to escape. James Lee Burke knows his territory. This chunk of Louisiana Cajun country along Bayou Teche doesn't look like much on a map, but the region is rich in history and teeming with the many creatures that flourish in swamps. Kermit Abelard is one of the forms of wildlife Burke studies in THE GLASS RAINBOW (Simon & Schuster, $25.99). As the scion of an old family that made its fortune on the backs of slaves, this rich kid is already damned in the eyes of Dave Robicheaux, the Iberia Parish sheriff's deputy. Worse still, Kermit is dating Robicheaux's daughter and has introduced her to a celebrity author who was once a convict. In the lawman's view, this "sociopath and narcissist and manipulator" is still a very dangerous man. Recognizing the face of evil when he sees it, Robicheaux knows those swell folks up at the Abelard mansion are involved in the series of unsolved murders he's investigating. But until he can make his case, he's reduced to consulting the ghosts of the dead that he always carries with him and observing the past repeat itself in an endless cycle of violence. When your job is to keep watch over a bloody patch of ancient ground, as this moody detective has been doing for more than 20 years, it's no wonder you subscribe to the theory that "all historical events occur simultaneously, like a dream inside the mind of God." Catherine O'Flynn writes in a quiet voice that's hard to hear above the roar of the best sellers. Soft and heartbreakingly funny, it gently navigates a television newscaster through a midlife crisis in THE NEWS WHERE YOU ARE (Holt, paper, $15). After churning out ridiculous human-interest features for 20 years on "Heart of England Reports," Frank Allcroft is suddenly struck by the inconsequential nature of his work and the banality of his life. Further depressed by the wholesale demolition of the noble struct¿¿¿¿¿ ¿¿¿¿¿¿ ¿¿¿¿ ¿¿ ¿¿¿¿ ¿¿¿¿ ¿¿¿¿¿ ¿¿¿ ¿¿ ¿¿¿¿¿¿ ¿¿¿¿¿¿ ¿¿¿¿ ¿¿¿¿ ¿¿¿¿¿¿ ¿¿¿ ¿¿¿¿ ¿¿¿¿¿ ¿¿¿¿ ¿¿¿¿¿¿ ¿¿¿ ¿¿¿¿ ¿¿¿¿¿¿¿ ¿¿ ¿¿¿¿¿¿ ¿¿¿¿¿ ¿¿¿¿¿¿ ¿¿¿¿¿¿ ¿¿ ¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿ ¿¿¿ ¿¿¿¿¿ ¿¿¿¿¿ ¿¿¿ ¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿ ¿¿¿¿ ¿¿¿¿¿ ¿¿ ¿¿¿¿¿¿¿¿¿ ¿¿¿¿¿ ¿¿¿¿¿¿¿ ¿¿¿¿¿ ¿¿¿¿¿ ¿¿¿¿¿ ¿¿¿¿¿¿¿ ¿¿¿¿ ¿¿¿¿ ¿¿¿¿ ¿¿ ¿ ¿¿¿¿ ¿¿¿ ¿¿¿ ¿¿¿¿¿¿ ¿¿ ¿¿¿¿ ¿¿ ¿¿¿¿¿¿¿ ¿¿¿ ¿¿¿¿¿¿¿ ¿¿¿¿ ¿¿¿ ¿¿¿¿ ¿¿¿¿¿¿¿¿¿ ¿¿¿¿ ¿¿¿¿¿¿¿¿ ¿¿ ¿¿¿¿¿¿¿ ¿¿¿¿¿¿ ¿¿¿¿¿¿¿ ¿¿ ¿¿¿ ¿¿ ¿¿¿ ¿¿¿¿¿ ¿¿ ¿¿¿¿¿¿¿¿ ¿¿¿¿¿ ¿¿¿¿¿¿¿ ¿¿ ¿¿¿ ¿¿¿¿¿ ¿¿¿¿¿¿¿ ¿¿¿¿¿¿ ¿¿¿¿¿ ¿¿¿¿¿¿¿¿¿ ¿¿¿¿¿¿¿¿ ¿¿ ¿¿¿ ¿¿¿¿¿ ¿¿ ¿¿ ¿¿¿ ¿¿¿¿¿¿ ¿¿¿¿ ¿¿¿¿ ¿¿¿ ¿¿¿¿¿¿¿ ¿¿ ¿¿¿ ¿¿¿¿¿ ¿¿ ¿¿¿¿¿¿¿ ¿¿¿¿ ¿¿¿¿ ¿¿¿ ¿¿ ¿¿¿¿¿¿¿ ¿¿¿¿¿¿ ¿¿ ¿¿¿ ¿¿¿¿ ¿¿ ¿¿¿¿ ¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿ ¿¿¿ ¿¿¿¿¿¿ ¿¿¿¿¿¿ ¿¿¿¿¿¿¿¿¿ ¿¿¿¿¿¿¿ ¿¿¿¿¿ ¿¿¿¿¿¿ ¿¿¿¿¿¿ ¿¿ ¿¿¿¿¿¿ ¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿ ¿¿¿¿¿¿¿¿ ¿¿¿ ¿¿¿ ¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿ ¿¿¿ ¿¿ ¿ ¿¿¿¿¿¿¿¿¿ ¿¿¿¿¿¿ ¿¿¿ ¿¿¿ ¿¿¿¿ ¿ ¿¿¿¿¿¿¿¿ ¿¿ ¿¿¿ ¿¿¿¿¿¿¿¿ ¿¿¿¿¿ ¿¿¿¿ ¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿ ¿¿¿ ¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿ ¿¿¿ ¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿ ¿¿ ¿¿¿¿¿ ¿ ¿¿¿¿ ¿¿¿¿¿¿¿¿¿ ¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿ ¿¿¿ ¿¿¿¿ ¿¿ ¿¿¿¿ ¿¿¿¿ ¿¿ ¿¿¿¿ ¿¿¿ ¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿ ¿¿¿¿¿ ¿¿¿¿¿ ¿¿¿¿¿ ¿¿¿¿¿ ¿¿ ¿¿ ¿¿¿ ¿¿¿¿¿¿¿ ¿¿¿¿¿¿¿ ¿¿¿ ¿¿¿¿¿¿¿¿ ¿¿ ¿¿¿ ¿¿¿¿¿¿ ¿¿ ¿¿¿¿¿¿¿¿ ¿¿¿¿¿¿¿ ¿¿¿¿ ¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿ ¿¿¿ ¿¿¿¿¿ ¿¿ ¿¿¿ ¿¿¿¿ ¿¿¿ ¿¿¿¿¿ ¿¿¿¿ ¿¿¿¿¿¿¿ ¿¿ ¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿ ¿¿¿ ¿¿¿¿¿¿ ¿¿ ¿¿¿ ¿¿¿¿ ¿¿¿¿ ¿¿ ¿¿¿¿¿¿ ¿¿¿¿¿¿¿ ¿¿¿¿ ¿¿¿ ¿¿¿ ¿¿¿¿¿¿¿¿¿ ¿¿¿ ¿¿¿¿ ¿¿¿¿¿¿ ¿¿¿¿¿¿ ¿¿ ¿¿ ¿¿¿¿¿¿¿ ¿¿¿¿¿ ¿¿ ¿¿¿¿¿¿¿¿¿ ¿¿¿¿ ¿¿¿¿ ¿¿¿ ¿¿ ¿¿ ¿¿¿¿ ¿¿¿¿¿ ¿¿¿¿ ¿ ¿¿¿¿¿¿ ¿¿¿¿¿ ¿¿ ¿¿¿¿¿¿¿ ¿¿¿¿¿¿¿ ¿¿ ¿¿¿¿ ¿¿¿¿¿ ¿¿¿¿¿¿¿¿¿ ¿¿¿ ¿¿¿¿ ¿¿¿¿¿ ¿¿¿ ¿¿¿¿ ¿¿¿¿ ¿ ¿¿¿¿¿¿ ¿¿¿¿ ¿¿ ¿¿¿¿¿¿ ¿¿¿ ¿¿¿¿¿¿¿¿¿ ¿¿ ¿¿¿ ¿¿¿¿¿¿ ¿¿¿¿ ¿¿¿¿ ¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿ ¿¿¿¿¿¿ ¿¿¿¿¿ ¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿ ¿¿¿¿ ¿ ¿¿¿¿¿ ¿¿¿¿¿¿ ¿¿¿ ¿¿¿¿ ¿¿ ¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿ ¿¿¿¿¿¿¿ ¿¿¿¿¿¿ ¿¿ ¿ ¿¿¿¿¿ ¿¿¿¿¿ ¿¿¿¿¿¿ ¿¿¿¿ ¿¿ ¿¿¿¿ ¿¿¿¿¿ ¿¿¿ ¿¿¿¿ ¿¿ ¿¿¿ ¿¿¿¿ ¿¿¿¿¿¿¿¿ ¿¿¿¿ ¿¿¿ ¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿ ¿¿¿¿¿¿ ¿¿ ¿¿¿¿¿¿ ¿¿¿¿¿¿¿¿¿ ¿ ¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿ ¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿ ¿¿¿¿¿¿¿ ¿ ¿¿¿¿¿¿¿ ¿¿¿¿¿¿ ¿¿ ¿¿¿ ¿¿¿¿ ¿¿¿¿¿ ¿¿¿ ¿¿¿ ¿¿¿¿¿¿ ¿¿¿¿¿¿ ¿¿¿¿¿ ¿¿¿¿¿ ¿¿¿¿¿¿¿¿ ¿¿¿ ¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿ ¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿ ¿¿¿¿¿¿¿¿ ¿¿¿ ¿ ¿¿¿¿¿ ¿¿ ¿¿¿¿¿¿ ¿¿ ¿¿¿¿¿¿¿ ¿¿¿¿¿¿¿¿¿ ¿¿¿¿¿ ¿¿¿¿¿¿¿¿ ¿¿ ¿¿¿¿¿¿¿¿ ¿¿¿¿¿¿ ¿¿ ¿¿¿ ¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿ ¿¿¿¿¿¿ ¿¿ ¿¿¿ ¿¿¿¿ ¿¿¿ ¿¿¿ ¿¿¿¿¿¿¿¿ ¿¿ ¿¿¿ ¿¿¿¿¿ ¿¿¿¿¿¿¿ ¿¿¿¿¿¿¿¿¿ ¿¿ ¿¿¿ ¿¿¿¿¿¿¿¿¿ ¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿ ¿¿ ¿¿¿ ¿¿¿¿¿ ¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿ ¿¿¿¿¿ ¿¿ ¿¿¿ ¿¿¿¿¿¿¿¿ ¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿ ¿¿¿¿¿ ¿¿¿¿¿ ¿¿¿¿¿¿ ¿¿ ¿¿¿ ¿¿¿¿¿¿¿¿¿ ¿¿¿¿¿¿ ¿¿¿ ¿¿¿¿¿¿¿¿¿ ¿¿¿¿¿ ¿¿ ¿¿¿ ¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿ ¿¿¿¿¿¿¿¿ ¿¿ ¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿ ¿¿¿¿¿ ¿¿¿¿ ¿¿¿¿¿ ¿¿¿ ¿¿¿ ¿¿¿¿¿ ¿¿¿ ¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿ ¿¿ ¿¿¿ ¿¿¿¿ ¿¿¿¿¿ ¿¿¿ ¿¿¿¿¿¿ ¿¿¿¿¿¿¿¿ ¿¿¿ ¿¿¿¿¿¿¿ ¿¿¿¿¿ ¿¿¿¿¿¿¿¿¿ ¿¿ ¿¿¿¿ ¿¿¿¿¿¿¿¿¿ ¿¿¿¿¿¿¿ ¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿ ¿¿¿¿ ¿¿¿¿¿ ¿¿¿¿¿¿¿ ¿¿¿¿¿¿¿ ¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿ ¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿ ¿¿¿¿¿¿¿¿ ¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿ ¿¿¿¿¿ ¿¿¿ ¿¿¿¿ ¿¿¿ ¿¿¿ ¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿ ¿¿¿ ¿¿¿ ¿¿¿¿¿¿ ¿¿¿¿¿¿¿ ¿¿¿¿¿ ¿¿ ¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿ ¿¿¿ ¿¿¿¿¿¿ ¿¿ ¿¿¿¿¿¿ ¿¿ ¿¿¿¿ ¿ ¿¿¿ ¿¿¿ ¿¿¿¿¿¿ ¿¿ ¿¿¿¿¿¿ ¿¿ ¿¿¿¿¿¿¿¿ ¿¿¿¿¿ ¿¿¿¿ ¿¿¿ ¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿ ¿¿¿¿ ¿¿ ¿¿¿¿¿¿¿ ¿¿¿¿¿¿ ¿¿¿¿¿ ¿¿¿¿¿ ¿¿¿ ¿¿¿¿ ¿¿ ¿¿¿¿ ¿¿ ¿¿¿¿¿ ¿¿ ¿¿¿¿¿¿ ¿¿¿¿¿¿ ¿¿¿¿¿¿¿ ¿¿¿ ¿¿¿¿¿¿¿ ¿¿¿¿¿¿¿¿ ¿¿¿¿¿¿¿¿¿ ¿¿¿¿¿¿ ¿¿ ¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿ ¿¿¿ ¿¿¿¿¿¿¿¿¿ ¿¿ ¿¿¿¿¿ ¿¿¿¿¿¿¿¿¿ ¿¿¿¿¿ ¿¿¿ ¿¿¿¿¿¿¿¿ ¿¿¿¿ ¿¿¿¿¿ ¿¿¿ ¿¿¿ ¿¿¿¿ ¿¿¿¿ ¿¿ ¿ ¿¿¿¿¿¿ ¿¿¿¿¿¿ ¿¿¿ ¿¿¿¿¿ ¿¿¿ ¿¿ ¿¿¿¿¿¿¿¿¿ ¿¿¿ ¿¿¿¿¿¿¿¿ ¿¿¿¿ ¿¿¿¿¿¿¿ ¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿ ¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿ ¿¿¿¿ ¿¿ ¿¿¿¿ ¿¿ ¿¿¿¿¿ ¿¿¿¿¿¿¿¿ ¿¿¿ ¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿ ¿¿¿¿¿¿¿ ¿¿ ¿¿¿¿¿¿¿ ¿¿ ¿ ¿¿¿¿¿¿¿ ¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿ ¿¿¿ ¿¿¿ ¿¿¿¿ ¿¿¿ ¿¿¿¿ ¿¿ ¿¿¿¿¿¿¿¿ ¿¿¿ ¿¿¿ ¿¿ ¿¿¿¿ ¿¿¿¿¿¿¿ ¿¿¿ ¿¿ ¿ ¿¿¿¿ ¿¿¿¿¿¿¿ ¿¿¿¿ ¿¿ ¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿ ¿¿¿¿¿¿¿¿¿ ¿¿¿¿ ¿¿¿ ¿¿¿¿ ¿¿¿ ¿¿¿¿¿¿ ¿¿ ¿¿¿¿¿¿¿ ¿¿¿ ¿¿¿¿¿¿ ¿¿ ¿¿¿¿ ¿¿¿ ¿¿ ¿¿¿¿¿¿ ¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿ ¿¿ ¿¿¿¿¿¿¿ ¿¿¿¿ ¿¿¿ ¿¿¿¿¿¿ ¿¿¿¿¿¿¿¿ ¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿ ¿¿¿ ¿¿¿¿¿¿ ¿¿¿ ¿¿¿¿¿¿ ¿¿ ¿¿¿¿¿ ¿¿¿ ¿¿¿ ¿ ¿¿¿ ¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿ ¿ ¿¿¿¿¿¿¿¿ ¿¿¿¿¿¿¿¿ ¿¿¿¿¿¿¿¿¿ ¿¿ ¿¿¿ ¿¿¿¿ ¿¿¿¿¿ ¿¿¿ ¿¿ ¿¿¿ ¿¿¿¿¿¿¿¿¿ ¿¿¿¿¿¿ ¿¿¿¿¿ ¿¿ ¿¿¿¿¿¿¿¿¿ ¿¿¿¿¿¿¿ ¿¿¿¿¿ ¿¿ ¿¿¿¿¿ ¿¿¿¿ ¿¿ ¿¿¿ ¿¿ ¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿ ¿¿¿¿¿¿¿¿ ¿¿¿¿¿¿ ¿¿¿¿¿¿¿ ¿¿¿¿¿¿¿¿ ¿¿¿ ¿¿¿¿¿¿ ¿¿ ¿ ¿¿¿¿¿¿ ¿¿ ¿ ¿¿¿¿ ¿¿¿ ¿¿¿¿¿ ¿¿¿¿¿¿ ¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿
Copyright (c) The New York Times Company [July 18, 2010]
Review by Booklist Review
*Starred Review* Following his sojourn to Montana in Swan Peak (2008), Dave Robicheaux is back in New Iberia, Louisiana, hoping to enjoy the company of his adopted daughter, Alafair, who is taking a semester off from law school to finish a novel. Not nearly as suspicious of Louisiana's blood-stained aristocracy as Dave, Alafair has become involved, romantically and otherwise, with Kermit Abelard, a writer who is also the son of one of the region's most notorious robber barons. Kermit, along with his friend, an ex-con turned best-selling memoirist, volunteers to help Alafair find a publisher for her book, much to Dave's chagrin. Father-daughter conflict ensues, and as Dave's investigation of a series of murders veers ever closer to the Abelards, it appears that, yet again, the closets of Louisiana's rich are knee-deep in skeletons. That plot summary sounds very much like a lot of Robicheaux novels, but this time Burke adds a new twist: both Dave and running-buddy Clete Purcell are hearing intimations of mortality around every fog-enveloped corner of the bayou, putting both them and us on high alert. Burke gives us a bravura ending in which the violence that has always hovered around Dave's life comes home to roost, possibly with far-reaching implications for the series. The first half of this book is standard Robicheaux, almost formulaic (a winning formula but a formula all the same), but in the last half, Burke kicks into another gear: superb suspense leading to a gripping, set-piece finale that is a masterpiece of texture and mood, with the high-energy climax in the foreground both contrasted against and supported by the intensely lyrical, heavily melancholic prose that swells and recedes underneath the action. Not to be missed by any follower of the landmark series.--Ott, Bill Copyright 2010 Booklist
From Booklist, Copyright (c) American Library Association. Used with permission.
Review by Publisher's Weekly Review
MWA Grand Master Burke offers everything his readers expect-brilliant prose, prosaic situations that suddenly become mystic experiences, and a complex plot that repeatedly plumbs the depths of human depravity and the heights of nobility-in his superlative 18th novel featuring Iberia, La., deputy sheriff Dave Robicheaux (after Swan Peak). Robicheaux finds himself dealing with adopted daughter Alafair's attraction to novelist Kermit Abelard of the degenerate Abelard clan (who echo Faulkner's Snopses), as well as trying to avenge the sadistic murders of two young women, aided by best friend Clete Purcel. Evil comes in many forms, from the psychotic interloper Vidor Perkins to Robert Weingart, a convict turned author, whom Kermit has championed. The sights, smells, and sounds of the Louisiana bayous become sensory experiences in Burke's novels, and death is a constant presence that threatens to overwhelm his angels with "tarnished wings." (July) (c) Copyright PWxyz, LLC. All rights reserved
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Review by Library Journal Review
A heinous serial killer is attacking young women in southern Louisiana, and Dave Robicheaux and his associate, Clete Purcell, are on the case. When Robicheaux discovers that Alafair, his adopted daughter, is dating a man with possible ties to the suspected killer, he fears they might not solve this case in time. Worse, Alafair may not be the only one in danger. Two-time Edgar Award winner Burke's (www.-jamesleeburke.com) 18th Robicheaux title follows Swan Peak (2008), also available from Recorded Books/S. & S. Audio and read by actor narrator Will Patton, who once again perfectly renders Burke's many characters. This audio will keep listeners up way past bedtime; highly recommended. [The New York Times best-selling S. & S. hc also received a starred review, LJ Xpress Reviews, 6/10/10.-Ed.]-Theresa Connors, Arkansas Tech Univ. Lib., Russellville (c) Copyright 2010. Library Journals LLC, a wholly owned subsidiary of Media Source, Inc. No redistribution permitted.
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Review by Kirkus Book Review
A gruesome series of murders drags Dave Robicheaux, of the Iberia Parish Sheriff's Department, out of his jurisdiction and onto the track of another harrowing cluster of high crimes and misdemeanors.The officers in Jeff Davis Parish say all seven victims of a faceless killer were prostitutes. But convict Elmore Latiolais insists that his sister Bernadette, an honors student headed for a nursing scholarship, didn't fit that pattern. A casual remark by Herman Stanga, the pimp Elmore says tried to kill him, that he's connected to the charitable St. Jude Project puts Dave (Swan Peak, 2008, etc.) on a collision course with his daughter Alafair's boyfriend Kermit Abelard, his wealthy, dysfunctional family and his latest protg, convict-turned-author Robert Weingart. As the bodies pile up, Dave and his old buddy Clete Purcel dig ever deeper into the Abelard family's tangled roots. They link Kermit's grandfather Timothy to Vidor Perkins, who spent time up the river with Weingart, and self-made investment tycoon Layton Blanchet, who's hired Clete to get the goods on his cheating wife Carolyn. All these discoveries bring Dave up against every law-enforcement officer in Louisiana, and they don't do much for his relationship with his daughter either. If the resulting blend of high finance and gutter sexuality is never very mysterious, it conveys an overwhelming sense of miasmal evil.Burke, whose sonorous cadences and obsession with the past have often recalled Faulkner, has never resembled the sage of Yoknapatawpha more closely than in this magnificent attempt to get it all down between one cap and one period.]] Copyright Kirkus Reviews, used with permission.
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Review by New York Times Review
Review by Booklist Review
Review by Publisher's Weekly Review
Review by Library Journal Review
Review by Kirkus Book Review
